30 06 2014
Desde hace algunos años, las compañías eléctricas tienen la obligación de presentar una declaración anual de los contratos de suministro eléctrico de sus clientes a hacienda.
¿Para qué quiere Hacienda esta información?
Hacienda emplea dicha información para detectar si la vivienda está habitada o no. Así cuando observa un bajo consumo de electricidad llega a la conclusión que no es la vivienda habitual del contribuyente, y por tanto, no tiene derecho a la deducción en su IRPF por compra de vivienda habitual.
Según la ley, quien haga valer un derecho, en este caso la aplicación de una deducción, es quien debe demostrar que cumple los requisitos para disfrutarlo.
¿Qué podemos hacer para demostrar que es nuestra vivienda habitual?
Pues bien, si los consumos son bajos pero realmente resides en la vivienda, no se conforme. Además de presentar el empadronamiento y la declaración jurada de algunos vecinos también puedes utilizar los siguientes argumentos:
- El hecho de que los consumos de luz sean bajos pero regulares en el tiempo demuestra que no se trata de una segunda residencia que se utilice sólo en períodos vacacionales.
- Si eres joven y no tienes hijos, puedes defender que el consumo bajo queda justificado por el hecho de pasar todo el día fuera de casa, y que el consumo mínimo responde al frigorífico y a los consumos básicos de un uso mínimo pero continuado.
- También puedes utilizar como prueba la existencia de una línea de telefonía fija con Internet, ya que dicha línea no suele instalarse salvo en las viviendas habituales.
- El tener designada la vivienda como domicilio a efectos de notificaciones de bancos, aseguradoras, administraciones de fincas, etc.
- Por último, es muy importante el hecho de que su vivienda esté próxima a su lugar de trabajo.
En cualquier caso, si a pesar de sus argumentos Hacienda sigue adelante con una liquidación complementaria, recurra la liquidación y defienda sus intereses. Un bajo consumo de electricidad puede ser un indicio de que no se reside en la vivienda, pero no es suficiente para llegar a dicha conclusión. Seguramente los tribunales acabarán aceptando su postura, y declararán que la deducción es correcta.